Hablamos con la nutricionista Concepción Maximiano Alonso para saber qué puntos debemos respetar para recuperar el cuerpo…
Aumenta el consumo de hortalizas y verduras: en el almuerzo y en la cena. Cocinadas y crudas, en forma de panaché, ensalada o como acompañamiento de la proteína. Tienen potasio y fibra, algo básico en un plan detox.
Para incorporarlas a tu dieta piensa los menús empezando por ellas, y que las proteínas de la carne o el pescado sean solo la guarnición: ensaladas sin límite para la imaginación, asadas en el horno, al vapor, en cremas o gazpachos…
Las legumbres, fuente de proteínas vegetales de calidad, pueden ser la base de tus ensaladas.
Haz cinco comidas: es muy, muy importante cumplir este punto, siempre y cuando sepas que la comida más importante del día es el desayuno y que las cenas deben ser ligeras. ¿Nuestra recomendación? En el desayuno puedes hacerte un tazón de copos de avena con leche vegetal y un plato de fruta variada. A media mañana, haz un parón para tomar un yogur desnatado con una barrita de cereales integrales. A la hora de la comida, apuesta por una menestra de verduras con salmón a la plancha, tres dedos de pan integral y un kiwi. A media tarde, tómate una infusión con fiambre de pavo; y, para cenar, una ensalada de espinaca fresca con tomate, pimiento asado, pepino y cebolla (un chorrito de aceite de oliva y vinagre de vino para aliñar), lomo de cerdo a la plancha, tres dedos de pan integral y una pera.
Pásate a un tipo de cocina saludable: al vapor, al horno, a la plancha y con el wok.
Sustituye o completa alguna cena por licuados y zumos: así aumentarás el consumo de alimentos muy recomendables como frutas, hortalizas y verduras. ¿Sabías que un zumo de verduras prensadas en frío puede llegar a aportarte los nutrientes de un kilo de vegetales? Eso sí, siempre como algo puntual, como complemento.
Llévate al trabajo un tupper sano: intenta comer como si lo hicieras en casa. Verduras cocinadas o en ensalada, pasta integral, arroz con verdura… E intentar hacer las carnes y pescados con salsas ligeras (bajas en grasa) para que no se queden secas al recalentar. Sobre todo, llévate la media mañana y merienda para evitar la tentación de ir a las máquinas de vending o cafeterías acabar picando calorías vacías.
Bebe suficiente mucho: y no solo agua, sino tisanas, zumos naturales (sin abusar, recuerda que el azúcar de los zumos es más perjudicial que el que aporta tomar la fruta entera), caldos… En ocasiones crees que tienes hambre cuando, en realidad, tienes sed. Cuando el cuerpo está en los niveles óptimos de hidratación es más fácil adelgazar. Las toxinas se eliminan con más facilidad y nos aporta las dosis necesarias de minerales.
Proponte un plan de ejercicio físico que sigas de forma habitual: mientras las piscinas sigan abiertas, intenta nadar. Aprovecha el buen tiempo para ir en bicicleta, salir a caminar, patinar… ¡Cualquier ejercicio aeróbico te ayudará a volver a sentirte bien!
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No hace falta iniciar el año o cumplir años para atrevernos a cambiar de look. Recientemente cambie de corte y color de cabello, tenía poco más de 10 años sin llevar este estilo, aun así me encanta porque es versátil y en verdad, pienso que me hacía falta algo diferente. Tendemos a acostumbrarnos a lo seguro y conocido, salir de la zona de confort también se vale.